Ayde Vichue Yara

“Vivo en la vereda El Destino. Yo nací el 13 de enero de 1975, tengo 45 años, en el Tolima viví hasta los seis años, con mis padres. Después, fui a vivir a Ibagué desde los 6 años hasta los veintiún años, allí estudié, trabajé. Ya por cosas de la vida eh…mi infancia, no le digo, no carecí de nada gracias a dios, lo tuve todo puedo decirlo; pero yo digo que siempre le hacía falta como esa…el papá y la mamá, porque no es lo mismo una tía unos primos. De pronto esa es la carencia que uno siempre como que la lleva ahí. Nunca se le olvida. Y allí aprendí a trabajar, ya como que encerrado allá como en esa burbuja que uno todo lo tiene, que nada lo lastima, uno se cansa de eso. Y hasta que dije no más, me voy a aventurar. Tenía un hermano acá en Bogotá y yo le pregunté, me dijo, Aidé, pero usted no tiene experiencia en nada; le dije ¿entonces que cómo más hago experiencia? Dije, yo me voy. Y un día cualquiera le dije a mi tía, yo me voy. Pues con el dolor en el alma, pues imagínese, desde los 6 años hasta los veintiún años, allá, como en esa burbujita, y me vine para Bogotá. Estudié hasta tercer semestre de teología pastoral en la Uniminuto, y ya después estaba trabajando, tuve un novio, ya quedé embarazada de la niña, ya tiene diez y ocho años, y hasta ahí llego el estudio. Después a los seis años llegó el niño, y pues ya me vine para acá para El Destino. Para mí, una mujer campesina es vivir a diario el trabajo, pero como darle ese valor que uno de mujer, no debe ser esa mujer abnegada que el marido le de lo que necesita, sino uno mismo también buscarlo, empujarlo a que surja uno más adelante. “