Lina Chaparro

“Vivo y nací en la vereda El Destino. La tradición, es como la tradición que me dejó mi mamá y las aguelitas de ella, aunque yo no conocí a mi aguelita porque si me fuera gustado que la distinguiera, pero, no. Yo quisiera dejarle mi tradición a mi hija, así como mi mamá me la dejó a mí. Lo más preciado que me ha enseñado mi mamá es todo. Ella me enseñó a cocinar, ella me enseñó a lavar, ella me enseñó a ser decente, ella me enseñó de todo. Mi infancia fue muy bonita, porque perfectamente la pase toda aquí, aquí en el campo, y pues ahorita terminé de estudiar, y para ver que sigo estudiando. Hace cuatro años distinguí a mi marido y tengo una hija. Ser mujer campesina significa ser berraca, porque ninguna mujer hace que ordeña, que lava, que cocina para obreros, que hace todo. Porque la mujer campesina hace de todo, así como un hombre campesino hace de todo también; que ordeña, que madruga a las 5, que se moja, que si está lloviendo, que si hace sol, arrea y hace de todo. Así como en la casa, como en el campo.”