La voz de las Sabias en el Segundo Intercambio de Saberes

El lugar estaba listo, fueron las sabias montañeras quienes al son de una “aguapanela” caliente se sentaron a hablar de sus saberes, de sus labores, resistencias y sueños. Unas desde el fogón de su casa, otras desde sus cooperativas lecheras e incluso desde la experiencia de, como ella misma se hace llamar, neo – rural hicieron de este encuentro de saberes un significativo tejido, del paisaje, del territorio y de identidad.

Sabias Montañeras en el Intercambio de Saberes Campesinos, Guasca, 2019.

Cada una de ellas alzó la voz para contarnos que sus oficios y emprendimientos sobreviven en un mundo de inmediatez, que todavía se hace a mano y toma tiempo; que las tradiciones se mantiene cuando los jóvenes miran hacía su ancestralidad, porque hay niños que tejen cuando se creía que era una labor de mujeres, porque hay hombres que se meten a la cocina y cuidan los hijos mientras su pareja también trabaja, porque hoy vamos a preparar una receta de la abuela.

También se resaltó la asociatividad porque trabajar entre mujeres no es crear escenarios de rivalidad, sino por el contrario, es inspirador porque unidas fueron capaces de romper esteriótipos. Se habló sobre la transformación del territorio porque se debe tener en cuenta la opinión de la mujer rural como portadora de identidad y principal afectada por el desplazamiento. Charlamos sobre el turismo porque podemos mejorarlo cuando vamos a la plaza de mercado, a las veredas, cuando compramos sin regatear, cuando un día vamos a la montaña y cuidamos lo que el campesino ha protegido durante años. Por primera vez se habló sobre el autocuidado porque sí, aunque se trabaje duro, en medio de la tierra, entre una cocina o con animales, nos debemos querer y consentir. Somos hermosas mujeres campesinas!… Con el aporte de los asistentes también llegamos a la conclusión de que las nuevas herramientas de comunicación se deben utilizar para visibilizar la identidad campesina porque el monte, el campo ( o como usted lo quiera llamar) sigue vivo.

Ana del Carmen con la publicación que hicieron sobre su trabajo en El Espectador.

Nos sentimos muy agradecidas con las Sabias Montañeras asistentes, con Raíces Campesinas (por el espacio que nos abrieron) y con todos los que por casualidad o por interés se acercaron a escuchar y pensarse la labor de la mujer en el campo en la actualidad.

Guasca, 2019.